Enviar a un hijo a estudiar al extranjero para aprender idiomas es una opción muy atractiva para los padres. Los hijos no solo lograrán aumentar su capacidad para comprender y conversar en una lengua determinada, sino que también adquirirán una integración cultural y un sentido de la responsabilidad que difícilmente alcanzarán completando el ciclo educativo en España, en su entorno familiar.
Sin embargo, es necesario tener mucho cuidado a la hora de seleccionar el curso de idiomas. Sobre todo, si se pretende que el estudiante curse el año académico entero. Los pasos a dar son sencillos: elegir un sistema escolar en el que los requisitos de convalidación sean asequibles para las características del alumno, matricularse en el curso que corresponda con el equivalente en España y elegir las asignaturas que determina el Ministerio de Educación y Cultura. Obviamente, el alumno deberá acreditar, cuando vuelva a España, que ha terminado satisfactoriamente el curso, siguiendo unos requisitos documentales establecidos.
Otro dato a tener en cuenta es el sistema de reválidas y exámenes propio de cada país. Es decir, si existe un examen oficial obligatorio en el curso a estudiar, el alumno también aprobar dicho examen para poder validar sus estudios en España.
En el caso de que el período de estudio sea inferior al año escolar completo, es necesario matricularse también en España, ya que el MEC no permite matrículas parciales ni inscripciones una vez iniciado el curso y es el colegio español el que emite las calificaciones finales del alumno.