Creo que podría decirse que he crecido con BUS idiomas. Todo empezó cuando a los 10 años pasé un mes en Inglaterra en un campamento.
A partir de ahí, cada año un lugar distinto, una experiencia distinta. Tres meses en un colegio en Inglaterra, donde gracias a que una de las profesoras era española, pude irme adaptando poco a poco, tres meses viviendo con una familia en Cork (Irlanda) donde ya tuve que hablar inglés continuamente porque no había nadie que hablase español en todo el colegio. También he pasado un verano en la costa azul en Francia y he trabajado en una Abadía en Irlanda.
Todas estas experiencias han tenido un papel fundamental en mi desarrollo, tanto a nivel personal como profesional. Considero especialmente importante el haber aprendido a desenvolverme desde tan pequeña en inglés, puesto que hablando inglés puedes comunicarte en cualquier sitio. En un mundo globalizado como el de hoy, en que nunca sabes donde vas a vivir mañana o con quien vas a tener que relacionarte, es fundamental entender que existe gente con culturas, valores y convicciones distintas de las tuyas, y no hay forma mejor de hacerlo que conviviendo con ello desde pequeña.
Esta exposición internacional me ha abierto un gran número de puertas, no sólo fue una gran ventaja cuando, estudiando en ICADE, conseguí una plaza para un intercambio con la Universidad de Fordham en Nueva York, sino que fue fundamental cuando empecé a trabajar en Ferrovial, donde el nivel de inglés fue un factor determinante.